Hola!
En todo proceso de adopción hay altos y bajos, euforias y momentos de parón, días que te comes el mundo y otros que te come a ti, una montaña rusa de emociones que no cesa pese a que en muchos momentos lo quisiéramos. Nadie queremos vivir con esta intranquilidad.
Hace ya algunas semanas que volví al trabajo y quiero contaros que me ha sentado genial, aunque no me gusta nada madrugar lo aprovecho. Aunque haya situaciones negativas, yo solo veo un aspecto positivo y con esa alegría lo llevo, me ocupa gran parte del día y en ese tiempo no puedo pensar en la adopción de mi futuro bebé. Es que estar en clase con un par de docenas de adolescentes a plena revolución no me deja minuto alguno que mi mente viaje a mi querida India. Móvil en modo vibración y al bolso... desconexión hasta la hora de salir. ¡Como se agradece!
Estoy en un momento de mucha saturación, muy agobiada, no veo el momento de que suene el teléfono y la impaciencia es ya cada vez mayor. Seguro que será mi culpa que no se vivir a medias tintas nada y eso pasa factura. Pero lo que ocurre es que cuando tomé la decisión de embarcarme en el proceso de adopción ya lo había meditado mucho tiempo, mas de 1 año hasta que definitivamente di el paso. Mi bebé es muy deseado, hace mucho que sueño su llegada.
Por todo eso, necesito respirar un poco, cambiar y tomar aire y renovar fuerzas. Así que a partir de ahora voy a espaciar un poco mas mi presencia en el blog, necesito cargar pilas porque me encuentro un poco desanimada. Aunque no quiere decir que no os escriba de vez en cuando, pero con tiempo.
Un abrazo a todos, fuerza a los compañeros de sueños y sobre todo mucha paciencia. Y para quien pueda... que intente desconectar de vez en cuando, es difícil pero necesario.
MªJesús
