Hoy todo vuelve a la normalidad, a la rutina tan necesaria para poner orden en nuestras vidas, ocupación a nuestras horas de descanso y sobre todo tareas a nuestra cabeza.
Muchos de vosotros me habéis preguntado en este tiempo como iba del accidente que tuve y ya puedo decir que he vuelto a la rutina, al trabajo, a la vida normal aunque aún siga con la recuperación para estar totalmente bien. A todos vosotros ¡¡¡GRACIAS!!!
La vuelta ha sido dura, bastante porque no me apasiona madrugar sino darle al "repetir" de la alarma pero lo necesitaba, sobre todo porque ahora puedo afirmar como un día me dijo una amiga y mamá a secas "Cada mes que pasa del año, es interminable" y cuanta razón llevaba. Estar en casa con tanto tiempo para pensar no ayuda y yo que todo lo hago en modo express tampoco.
Sin embargo, a pesar de estar trabajando he pensado tanto hoy en ti... Aún no nos conocemos y cuanto ha cambiado mi vida tu espera, no soy la misma ni quiero serlo.
Mientras estaba en clase, lejos del móvil y en silencio, he pensado cuando se producirá la llamada. Hasta ahora pensaba que quizás me pillaría en casa, que los testigos de la noticia serían vecinos, amigos o la familia pero hoy pensaba ¿Y si me llaman mientras estoy en clase explicando matemáticas? ¿O en clase de Música? Pufff solo de pensarlo me pongo mala. Y es que al tener algunos días clase por la tarde la cosa se complica. Pero... no me importará nada cuando eso suceda.
He estado mirando en que clase está mi compi de confianza, a la que puedo decirle "llama al de guardia" y solo de pensarlo me he emocionado. Y quizás este pensamiento sea para nada y las chicas de mi Ecai me llamen a una hora no laboral, o incluso me despierten uno de esos días que puedo dormir un poco mas... Y nada de eso importa porque lo importante eres tu, mi preciosa carita de canela. Y como me gusta llamarte así, "mi carita de canela" y lo difícil que es no emocionarme. Si supieras cuanto deseo ponerte cara, poder dibujar tu sonrisa y adivinar las cosas que haremos junt@s. Si supieras cuanto te pienso, cuanto te imagino...
A veces pienso que aún nos queda un largo camino hasta encontrarnos, sobre todo cuando acampa la nube de la impaciencia y el nerviosismo, otras (y quiero que sean la mayoría) pienso que ya habrás nacido aunque no sepa la edad que tienes ni donde estás, y siempre, siempre, pido que te cuiden bien, que te alimenten, que te cojan si lloras y te acunen si extrañas a tu mamá o has tenido una pesadilla. Quiero imaginarte sonriendo, pintando de colores los días mientras desde aquí yo solo puedo esperar, esperarte, solo a ti.
Ojalá no tarde mucho en sonar el teléfono, a la hora que sea, ... yo me encargo del resto. Deseando saber de ti.
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